Esta marca tan esperada por muchas mujeres, fue fundada por una joven llamada Gabriella Chanel, siendo su apodo Coco. Desde pequeña ha sido huérfana y vivió en un convento cuidada por monjas. A los 17 años, se fue del convento para trabajar como cantante de cabaret.
Más tarde se trasladó a París donde abandonó sus actuaciones y abrió una tienda en 1913 diseñando sombreros, pero cuando acudió a un curso de costura revolucionó el armario femenino cambiando por completo la moda que se llevaba en esa época.
Cocó quería liberar a las mujeres de esa época diseñando conjuntos cómodos y al mismo tiempo elegantes: color negro, trajes y chaquetas, camisas blancas de líneas rectas, el pelo corto...
Su fama como diseñadora era conocida por todo el mundo, incluso se hablaba de su vida personal, sobre todo, su aventura con un nazi, que la llevó a exiliarse en Suiza durante la II Guerra Mundial. Cocó volvió a París y su fama siguió creciendo al presentar el traje de chaqueta Chanel. Este traje se convirtió en el símbolo de la elegancia en la época del 60.
Por lo general, fue una revolucionaria en la moda de esa época, indómita, audaz, pero sobre todo símbolo de elegancia: sus colecciones en blanco y negro y también sus perfumes que en el siglo XX hizo su aparición del Chanel n.5., más tarde una línea de cosméticos y maquillaje.
Nunca dejó de trabajar y mucho menos de crear cosas, hasta que dejó una gran influencia en el mundo de la moda.
Esta marca tan esperada por muchas mujeres, fue fundada por una joven llamada Gabriella Chanel, siendo su apodo Coco. Desde pequeña ha sido huérfana y vivió en un convento cuidada por monjas. A los 17 años, se fue del convento para trabajar como cantante de cabaret. 
